Un cereal de gran tradición cultural y riqueza gastronómica para México y el mundo.
De acuerdo con la tradición de los pueblos originarios, el ser humano fue creado a partir del maíz, de ahí que tenga gran variedad de colores.
El maíz es el cultivo más representativo de México y en la historia de su evolución existe toda una riqueza de intercambio cultural y de experiencias que han dado a este cereal un lugar importante tanto para la alimentación como para la tradición en la cosmovisión de los pueblos originarios de México.
Debido a todo ello, cada 29 de septiembre se celebra el Día Nacional del Maíz, con el fin de reconocer el relevante papel que este cereal juega, así como recordar parte de la tradición que hay detrás de las 64 razas que hay en México y de las que tenemos la dicha de que 59 son nativas.
De acuerdo con la tradición de los pueblos originarios de mesoamérica, el ser humano fue creado a partir del maíz, de ahí la razón de que al igual que hay variedad de maices (rojo, azul, amarillo, blanco), también existen diversidad de colores en los grupos étnicos del planeta.
Además, el maíz es un cereal muy versátil y posee características distintas dependiendo del terreno y la altura a la que es sembrado. Por ello, de sus diversas variedades tenemos al maíz reventador (para palomitas) del que existen las variedades de: toluqueño, chapalote, nal-tel, Chihuahua, Jalisco y arrocillo.
También están el maíz cacahuazintle, ideal para hacer el tradicional pozole; el maíz azul, uno de los que más riqueza de nutrientes tiene; el maíz blanco, usado preferentemente para las tortillas; y el maíz amarillo, uno de los más utilizados para producir cereales tostados, esquites y forraje.
Por supuesto, del maíz se obtienen productos como el jarabe de maíz, utilizado como endulzante; el aceite de maíz, ideal para cocinar; la harina nixtamalizada, utilizada para hacer los tradicionales tamales; y la harina de fécula de maíz, utilizada para atoles y dulces de leche o sopas. Solo por mencionar algunos ejemplos.
NOTA: SEGOB